Para la cultura romana «hacer la historia» era mucho más importante que escribirla. capítulo 25). Para convencerlos, les prometieron —en caso de que la empresa fuera exitosa— un trato favorable. CAMERA y R. FABIETTI: «Igitur eis genus, aetas, eloquentia, prope aequalia fuere; magnitudo animi par, item gloria, sed alia alii. Tras reunir a sus compañeros en su domus, les promete —en caso de que se logre la empresa— grandes ventajas y recompensas, y se despide después de un discurso en el que hace el siguiente juramento: Los conjurados se reúnen en casa de Marco Porcio Leca. Por tanto, por el nacimiento, por la edad, por la elocuencia, más o menos fueron iguales; igual la grandeza de su alma y su gloria; pero distintos en otras cosas: César fue muy bien considerado porsu generosidad y largueza; Catón por su integridad de vida. De Catón toma el modo solemne, la actitud moralizante, la lengua a veces severa y a veces popular, austera: el período esencial y enriquecido por arcaísmos[39] que exaltan las frecuentes aliteraciones y asíndeton. Después de haber descrito el cambio de frente de la plebe, antes deseosa de una revolución y ahora apoyando totalmente a Cicerón, el autor notifica las acusaciones —según él infundadas— contra Craso y César. Por tanto, el ingenio es más importante que la fuerza física sea en períodos de paz que de guerra. 9.1", "denarius") All Search Options [view abbreviations] Home Collections/Texts Perseus Catalog Research Grants Open Source About Help. Según Salustio, son la actividad política, la militar, la oratoria y la historiográfica. Catilina fue encontrado lejos de los suyos, entre los (cadáveres de sus) enemigos, respiraba todavía un poco y mantenía en el rostro la ferocidad de alma que tuviera vivo. Más numerosos son los íntegros, aunque también más recientes: Leidensis, Vossianus Latinus, el Lipsiensis, el Monacensis (del siglo XI), el Palatinus (del siglo XIII). César porque ha ofrecido a Salustio la protección política gracias a la cual, durante sus diversos encargos públicos, se ha podido enriquecer; Catón porque el escritor siente una gran admiración por su política rigorista[26]. En efecto, según los historiadores modernos es muy verosímil, aunque no se diga abiertamente en el curso de la obra, que el futuro dictador de Roma, hubiera puesto más de una esperanza en el éxito de la conspiración catilinaria, como ya había hecho en la primera conjuración aun cuando jamás se menciona su nombre. Esta obra, como la sucesiva Bellum Iugurthinum, se abre con un amplio proemio en el que el autor ilustra sus consideraciones ideológicas.[11]. Catilina prosigue con sus preparativos en toda Italia y con la ayuda de algunos cómplices, entre los que sobresale Manlio y la corrupta Sempronia —a la que Salustio dedica un retrato (cf. Sin embargo, sería reductivo considerar que Salustio ha elegido este episodio para inculpar a la nobleza con el solo fin de exentar de cualquier culpa a César y defendir a la factio popularis; de hecho la realidad es más compleja. Por: Gaio Sallustio Crispo, N. Flocchini. lusti Crisp, a més a més de la primera monografia conservada de la historiografia llatina. de auteurs grecs et latins de l'antiquité et du moyen âge, 1991 Información encontrada (De coniuratione Catilinae (ou Bellum Catilinae)) (Sallust, 86-34 B.C. Las discordancias se deben en su mayor parte a casos de insertos de lecciones y correcciones provenientes de fuentes diversas: son numerosas las glosas añadidas al texto original. El historiador Lucio Anneo Floro (del siglo I d. C.) afirmó en una epítome: Surge así el retrato de un hombre extraordinario, sea en su grandeza sea en un malignidad, una figura ambigua hacia la que el autor no nutre una aversión ni condivide plenamente el juicio negativo de Cicerón. El escritor no pierde ninguna ocasión para subrayar la preocupación de César por la legalidad. En este momento, el homo novus ilustra en el Senado la peligrosidad de la situación y obtiene plenos poderes para sofocar la rebelión. Los primeros presentan lagunas (en el caso específico del Bellum Iugurthinum) que fueron completados por un recensor que tenía a disposición un manuscrito de la clase de los «íntegros»; ambos derivados de un arquetipo común. Sin embargo, el problema más grave es que estas dos grandes personalidades de la latinitas y de todo el mundo antiguo ayudan sólo de manera imperfecta al bien de la república romana. La obra se presenta con la estructura típica de las monografías de la historiografía helenista, según un esquema muy preciso: un proemio, el retrato del protagonista, varios excursus políticos y morales y al final un análisis de los discursos pronunciados por los personajes y por los dioses indicando los documentos que han servido de fuente. Precisamente como guía de uno de estos movimientos se colocó Catilina, que pertenecía a la Gens Sergia, noble familia que había decaído económicamente, que en el año 63 a. C. se presentó como candidato a las elecciones para el Consulado; lo apoyaron discretamente César y Craso, que buscaban debilitar el poder de la nobilitas senatorial. Salustio inserta el primer excursus en el que trata las causas de la conjuración, individuando solamente las de naturaleza política y social. Temas Roma--Historia--65-62 a.C. (Conjuración de Catilina) Acceder a esta obra . In altero miseris perfugium erat, in altero malis pernicies. La obra, compuesta probablemente entre 43 y 40 a. C.,[3] se conservó a través de códices medievales. CAMERA y R. FABIETTI: La condena a muerte, magistralmente obtenida por Cicerón con su habilidad oratoria, era ilegal, porque el Senado no era un órgano judicial, ni podía negar la. Dotada de una gran inteligencia, era apreciada conversadora en los más importantes salones de la ciudad: tenía interés en la literatura griega y latina, en la poesía, en la moda y hasta en la política; sabía cantar y bailar. Amiga de Catilina, no obstante estas buenas dotes, era de índole perversa, caracterizada por actitudes lujuriosas, poco fiel, varias veces cómplice en homicidios, endeudada. Informado de ese contacto, Cicerón aconsejó a los galos que solicitaran promesas más concretas. De Catilinae coniuratione (o De Catilinae conjuratione), en español La conjura de Catilina o La conjuración de Catilina[1] constituye la primera monografía histórica de la literatura latina[2] y también la primera obra del historiador y político latino Cayo Salustio (86-34 a. C.). El control de una técnica tan irregular crea un efecto de gravitas, dando una imagen esencial de cuanto se describe.[38]. En la monografía de Salustio, el arpinate no es el «brillante político que domina los eventos con la lucidez de la propia mente»;[29] su papel es más bien burocrático, un magistrado que hace su deber, pero el historiador no le atribuye nada más. En la monografía de Salustio, el arpinate no es el «brillante político que domina los eventos con la lucidez de la propia mente»;[29] su papel es más bien burocrático, un magistrado que hace su deber, pero el historiador no le atribuye nada más. A. Non divitiis cum divite, neque factione cum factioso, sed cum strenuo virtute, cum modesto pudore, cum innocente abstinentia certabat. Sin embargo, el problema más grave es que estas dos grandes personalidades de la latinitas y de todo el mundo antiguo ayudan sólo de manera imperfecta al bien de la república romana. César en realidad no se movía por principios jurídicos sino que buscaba atraerse las fuerzas democráticas que en el futuro podrían ayudarle en su carrera (cf. El desarrollo de la narración no es lineal: los 61 capítulos que componen la obra están preparados según un orden que alterna numerosos excursus que fragmentan notablemente la continuidad de la historia y del texto. A partir del De Catilinae coniuratione emerge un juicio histórico más moderado, una vía intermedia entre el extremismo excesivo de los populares y de los optimates: el historiador se hace portavoz de la aspiración a la paz y a la legalidad de las clases superiores romanas e itálicas, actitud que se hizo más fuerte después de la derrota de los asesinos de César en la batalla de Filippi del año 42 a. C. Desde … Sin embargo, sería reductivo considerar que Salustio ha elegido este episodio para inculpar a la nobleza con el solo fin de exentar de cualquier culpa a César y defendir a la factio popularis; de hecho la realidad es más compleja. Aquel se hizo famoso por su mansedumbre y misericordia; este por su severidad alcanzó dignidad. César alcanzó gloria en el dar, en el auxiliar, en el perdonar; Catón sin dar nada. Más verosímilmente Salustio no estaba interesado a una detallada y escrupulosa narración de los hechos, como hacen los modernos historiadores, sino a una dramatización realista, rica de pasiones.[36]. El autor refiere el contenido de un mensaje de Manlio a Marcio y de una misiva de Catilina a Catulo; no obstante las justificaciones dadas por los dos a través de cartas, el senado les declara a ambos «enemigos públicos» (capítulos 26-36). [De coniuratione Catilinae] Item Preview remove-circle Share or Embed This Item. Se trata de uno de los argumentos más significativos de la decadencia moral y social de la clase dirigente romana en la mitad del siglo I a. C., una corrupción que el autor denuncia y critica severamente a lo largo de toda la narración. EMBED. No quería parecer mejor; así, por poco que pidiera gloria, más esta lo seguía. Bellum Catilinae) Un cambio en la historiografía estaba en el aire; se esperaba que Cicerón, con su estilo fluido y armonioso influyese también en este campo, concibiendo la historia como, Desde el punto de vista fonético, la alta frecuencia de los arcaísmos confiere pesadez y redundancia solemne a la rapidez y a las. Racconta come Catilina avesse radunato senatori. Los sucesos narrados en la monografía tratan de tres personajes: Catilina (el protagonista), César y Catón el joven. Derrotado en las elecciones por su rival Cicerón, Catilina decidió realizar un golpe de estado, recogiendo en torno a sí a un grupo de conjurados, provenientes de varias clases pero unidos por el común odio a la legalidad y el deseo de usar la violencia. Dotada de una gran inteligencia, era apreciada conversadora en los más importantes salones de la ciudad: tenía interés en la literatura griega y latina, en la poesía, en la moda y hasta en la política; sabía cantar y bailar. Su figura está por encima de los demás personajes. En la monografía se colocan también otros personajes de menor importancia, de manera particular concentrados en torno al jefe de la conjuración. Una parte de la crítica moderna ha seguido el hilo de la opinión de Cicerón, considerando consecuentemente la monografía de Salustio como una obra de propaganda fuertemente parcial y acusa al historiador de haber torcido la situación en varios puntos; sobre todo la excesiva amplificación de la figura demoníaca de Catilina —que resalta con decisión desde el inicio de la obra— tendría la finalidad de cubrir responsabilidades políticas bien precisa, sean las de Craso o las de César o más bien las de toda la facción de los populares. Salustio inserta una digresión histórica (llamada archaeología) para indicar las causas de esta decadencia: ilustra el pasaje de la feliz condición de los orígenes de Roma a la decadencia de los tiempos en los que se desarrolla la conjuración. En el capítulo 18, la narración de la primera «conjuración» ignora completamente el papel, en absoluto secundario, que César tuvo en aquella ocasión. Por ejemplo, en el capítulo 17, la reunión secreta de los conjurados, listos para dar inicio al plan, se coloca en junio del año 64 a. C., siendo así que —como se ha comentado arriba— la mayor parte de los historiadores considera que esto se desarrolló en el año siguiente. Cicerón, aunque tiene una importancia preponderante, desarrolla un papel secundario: ideal portavoz del Senado, se queda como el más importante de los personajes menores. Igitur de Catilinae coniuratione, quam verissume potero, paucis absolvam; nam id facinus in primis ego memorabile existumo sceleris atque periculi novitate. Si yo no estuviera seguro de vuestro valor y de vuestra fidelidad, el momento presente se presentaría vano, vanamente tendríamos la gran esperanza de tomar el poder con nuestra mano y yo, debería confiarme en ánimos impresionables y vanos, ciertamente no me arriesgaría con ánimos inciertos. Sie umfasst 61 Kapitel und entstand um das Jahr 41 v. Chr. Ambos tienen una importancia personal para el escritor. César porque ha ofrecido a Salustio la protección política gracias a la cual, durante sus diversos encargos públicos, se ha podido enriquecer; Catón porque el escritor siente una gran admiración por su política rigorista[26]. Partiendo de premisas análogas (la tradición y la prisca virtus, la antigua virtud del pueblo romano), Catón llega a conclusiones opuestas: pide y sostiene la pena capital para los conjurados. Lucio Sergio Catilina fue un destacado político romano de la era tardorrepublicana, perteneciente a la facción de los populares. Desde niño le resultaron atractivos los desórdenes, las violencias, los robos, la discordia civil y desde su juventud ejercitó tales cosas. [5] 1 L. Catilina, nobili genere natus, fuit magna vi et animi et corporis, sed ingenio malo pravoque. versuchte, durch einen Staatsstreich die Macht in der römischen Republik an sich zu reißen, was durch den Konsul Marcus Tullius Cicero vereitelt wurde. Muchas veces el jefe de la conjuración se dirige al cónsul llamándolo «inquilino de la Ciudad» (cap. Desde niño le resultaron atractivos los desórdenes, las violencias, los robos, la discordia civil y desde su juventud ejercitó tales cosas. Sallust, Catilinae Coniuratio Axel W. Ahlberg, Ed. Otro error cronológico es el posponer el Senatus consultum ultimum, es decir, el decreto, emanado el 21 de octubre de 63, que confería a los cónsules plenos poderes para detener la conjuración, en la noche entre el 6 y el 7 de noviembre, en concomitancia con la reunión de los conjurados en la domus de Porcio Leca (capítulos 28-29). Sein knapper, archaisierender Erzählstil wird zu seinem Markenzeichen. Catón escribió una obra historiográfica, los, Este período había visto la renovación del arte de la oratoria por obra de Cicerón y de la poesía artística con los «Poetas nuevos». Sallust schildert darin die Verschwörung des Lucius Sergius Catilina, der im Jahr 63 v. Chr. Cicerón los mandó encarcelar y se hizo con el documento que probaba ya definitivamente las intenciones de los revolucionarios (cf. César en realidad no se movía por principios jurídicos sino que buscaba atraerse las fuerzas democráticas que en el futuro podrían ayudarle en su carrera (cf. Salustio inserta el primer excursus en el que trata las causas de la conjuración, individuando solamente las de naturaleza política y social. Mientras se toman algunas medidas para sacar de la cárcel a algunos detenidos, el Senado se reúne para decidir su destino. Fue una muerte hermosísima, ¡si al menos hubiese sido por la patria! ("Agamemnon", "Hom. Hay buenas razones para afirmar que Catilina no es un personaje completamente negativo, aun cuando Salustio le atribuya dotes diversas de las del «monstruo» de corrupción y de malignidad, pero algunos estudiosos,[21] sostienen que bajo la figura grandiosa de este personaje se proyecta la fascinación de un final heroico, el mismo que circunda a quienes combaten y mueren por defender sus propios ideales —sean estos justos o erróneos. La «primera conjuración», de la que se habla en los capítulos 18 y 19, fue un intento preparado entre el 66 y el 65 a. C. por Catilina, imputado por abusos de poder. Se cuentan entre los mutilados: el Códex Parisinus 16024 y sus descendientes (Bibliothèque Nationale de France, siglo IX); el Basileensis (del siglo XI). La conjuración había comprometido a varios jóvenes. easy, you simply Klick De coniuratione Catilinae.Die Verschwörung des Catilina magazine select point on this section also you might just earmarked to the costs nothing enlistment structure after the free registration you will be able to download the book in 4 format. Siguiendo una estructura narrativa dividida en 61 capítulos, la obra narra la conjura que intentó realizar Lucio Sergio Catilina en el año 63 a. C. —y que le costara la vida— con el fin de instaurar una dictadura en Roma. En la monografía se colocan también otros personajes de menor importancia, de manera particular concentrados en torno al jefe de la conjuración. Al contrario, César aparece como el fiel guardián del mos maiorum tradicional y por ello, puesto al mismo nivel de Catón el menor, hombre extremadamente conservador, como su célebre antepasado de quien lleva el nombre. La obra, compuesta probablemente entre 43 y 40 a. C.,[3] se conservó a través de códices medievales. De Catilinae coniuratione (o De Catilinae conjuratione), en español La conjura de Catilina o La conjuración de Catilina[1] constituye la primera monografía histórica de la literatura latina[2] y también la primera obra del historiador y político latino Cayo Salustio (86-34 a. C.). Sin embargo, lo dicho es el pensamiento madurado por la crítica menos favorable al escritor y, aunque no se puede rechazar completamente, se atenúa: Es obvio que las ideas políticas de Salustio han influenciado su modo de valorar a los personajes y los sucesos; esto no significa que sea un falsificador con mala fe, listo para alterar fechas y noticias con tal de subrayar su orientación ideológica. Díaz y Díaz, Manuel C. 1924-2008 . Por último, César se había propuesto trabajar, vigilar, no negar nada que fuera digno de un do para mantener los negocios de sus amigos dejando de lado los suyos, deseaba un mandato grande, un ejército, una guerra nueva, donde pudiera surgir su valor. De coniuratione Catilinae. La implícita conclusión de Salustio es que tanto uno como el otro, tanto una actitud como la otra, son esenciales para la supervivencia de la Res publica: si César es quien resulta capaz de dar esplendor al Estado, Catón aparece como el depositario de los valores de la antigua tradición de los Quirites a los que Salustio no desea renunciar. In altero miseris perfugium erat, in altero malis pernicies. Salustio añade que tenía una «buena dosis de humorismo», subrayando otras cualidades útiles para el bienestar de la república y no para atentar contra ella (cf. Un fin heroico, buscado por él mismo, combatiendo sin casco en la batalla y un aspecto noble, casi de estatua: son imágenes profundamente arraigadas en la mentalidad romana.